Con la aparición de los primeros planos topográficos modernos,
a finales del siglo XIX, en los paises escandinavos se organizaron
competiciones militares de orientación, consistentes en pasar
mensajes a través de bosques helados. Podemos decir que este
fue el origen de la orientación como deporte.
La primera prueba de orientación a pie se celebró el 7
de Octubre de 1890, siendo organizada por el club noruego
Tjalve, mientras que la primera gran competición la organizó
un capitán sueco, Ernst Killander. En estos años se establecen
los principios básicos de la orientación, pero esta ha ido
cambiando a lo largo del tiempo.
Así, la calidad de los trazados a sufrido en las últimas
décadas cambios bastante significativos. El más importante,
sin duda alguna, ha sido el desarrollo de los mapas de orientación.
Como deporte la orientación se ha desarrollado en los
paises escandinavos, desde donde se ha extendido la resto
de Europa y del planeta. En los primeros años de la orientación
como deporte los mapas topográficos bastaban para cubrir las
necesidades de un mapa de orientación. Durante las primeras
décadas de práctica de la orientación, en Finlandia, se usaban
mapas topográficos rusos de escalas 1:21 000 y 1:42 000, mapas
parroquiales de escala 1:20 000 y mapas topográficos de 1:20
000 a 1:100 000.
Lo corriente en los años 30-40 eran los puntos de control
grandes y claros: largas pendientes y pantanos bien definidos,
bordes de lagos y estanques.
Debido a lo deficiente de los mapas la existencia de buenos
puntos de control era escasa. Esto se veía en el hecho de
que en la categoría principal sólo había de 4 a 6 puntos de
control.
A partir del año 1947 se realizaron en Finlandia mapas
bases a escala 1:20 000, gracias a los cuales las posibilidades
del trazador mejoraron, el número de puntos de control aumentó
y estos pasaron a ser de 7 a 9 en la categoría principal.
De hecho los mapas bases finlandeses fueron considerados
como los mejores a nivel internacional hasta la década de
los 60.
La autentica revolución en el trazado de recorridos llegó
a finales de los años 60, con la aparición de los primeros
mapas de orientación y los primeros mapas bases realizados
expresamente para la orientación. El número de puntos de control
en las carreras aumento de forma considerable, pues se buscaba
aprovechar las numerosas posibilidades que ofrecían los nuevos
mapas.
Los mapas bases realizados expresamente para la práctica de
la orientación representaban , en aquellos tiempos, zonas
muy pequeñas. En el mapa se ponían numerosos puntos de control
y era común trazar los recorridos de manera que se cortasen
entre sí. Para evitar que el competidor se encontrase casualmente
o demasiado pronto con el punto de control los trazadores
se dedicaron a esconder las balizas. Los recorridos eran con
muchos puntos de control y con distancias cortas entre los
mismos, por lo que la elección de rutas perdió su sentido.
Hoy en día, al organizar una carrera, únicamente se utilizan
mapas de orientación realizados para este fin.
Al planear un recorrido se buscan los recorridos variados
tanto en el tipo de terreno como en las distancias entre puntos.
Las habilidades del orientador son puestas a prueba desde
múltiples situaciones.
* El deporte de Orientación en España.